jueves, 20 de junio de 2013

Las ventas piramidales y la necesidad de dinero.

Cuando estas desempleado todo lo que signifique una posibilidad de generar ingresos nos suena interesante y obviamente por la necesidad económica, caemos!!.
Una de las más promovidas formas de generar ingresos son las "Ventas Piramidales" esas que llámense como se llamen tienen una función: ser tan llamativas, tan confusas que no sabes como terminas involucrado, gastando y un poco mas pobre que como empezaste.

Las ofertas son variadas en el mundo de las ventas piramidales: productos, viajes, medicamentos, cosméticos  de todoooo. Queremos trabajo, no estafas. La mayoría que se involucra en esto termina, vendiendo lo que no tiene, pagando de sus escasos ahorros, involucrando a toda la familia en pro de su nuevo negocio que no es tal. 







¡No cometas errores costosos!


Miles de personas han perdido millones de pesos, dolares y euros  por participar en negocios piramidales. 
Muchas de las víctimas sabían que se estaban jugando el dinero, aunque no sabían que las posibilidades de obtener lucro eran mínimas. Sin embargo, muchos creían que lo que hacían era comenzar su propio negocio. Estas personas fueron engañadas por los “negocios” piramidales que se disfrazan con la apariencia de ser negocios legítimos.

sábado, 1 de junio de 2013

Desempleado despues de los 40.


Soy un hombre como cualquier otro, educación secundaria, un trabajo estable y medianamente bien pago, tengo una familia, un auto viejo, bien mantenido y algunas comodidades, el sistema confía lo suficiente en mi crédito como para darme una tarjeta internacional, ropa decente, perfumes y hasta el shampoo que recomiendan en la tv.
Digamos que si soy un hombre normal, llevo 13 años de esta vida, mi empleo es estable si, pero a su vez pesado y repetitivo, inmerso en la monotonía y en la limitación de ser un obrero, un número que ofrece una producción diaria junto con otros números haciendo más números para alguien que maneja números, a nadie le importa si soy un numero ni siquiera a mi…
Un día deje de ser un número, mi cuerpo decidió lo que mi razonamiento no, hasta ahí había llegado, el dolor al cual estaba tan acostumbrado, residuo de mil batallas contra el esfuerzo, el hastío y la monotonía, contra la ineficacia y la soberbia, se hizo mi acompañante de por vida. Ahi empezó mi nueva vida, ya no era un numero era ese individuo que molestaba, porque había que respetarlo y tener cuidado con el trabajo que se le asignaba, para la desidia y la indiferencia era una molestia creciente, pues en un principio estaba la posibilidad de pasarle la pelota a otro, que otro se haga responsable, dos hernias de disco lumbares no dejan mucho margen para maniobrar, tareas demasiado pesadas, negativas, la propia responsabilidad del cuidado de mi salud enfrentada a la necesidad ajena de volverme a encasillar en mi papel de numero productivo.
Eso sería imposible, con el tiempo eso quedo más que patente, ya nunca más seria un número productivo, no importaban las capacidades que aún estaban intactas, porque había nacido como número y así debía mantenerme, el sistema laboral cobraba el precio por la estabilidad y el ingreso poco menos que magro sostenidos durante el tiempo.
Al cabo de un tiempo de ser un individuo, por qué opinaba, confrontaba por defender mi salud y causaba escozor y verdadera molestia solo por el hecho de no ser más un número productivo, obediente y servil.
Así el sistema laboral me expulsa de su seno, aquel que me había acunado durante tanto tiempo, poblando mi cabeza con ideas idiotas, causando una ceguera estúpida e inducida por el razonamiento egoísta basado en el propio esfuerzo, una excusa estúpida para no ver la realidad.
Esa realidad nos golpea sin misericordia, como estrellarse de bruces contra una pared solida e impenetrable, que sacude todas esas estupideces que nos inculcaron durante años, esos años en los que pertenecí a una verdadera elite de números productivos, una elite de seres sin rostro, explotados y manipulados en beneficio de alguien también sin rostro, con el solo apelativo de “empleador”.
Ese empleador que nos muestra un mundo de posibilidades maravillosas cuando nos atrae,
Ese mismo que una vez que estamos en su poder hace todo lo posible por separarnos de nuestra humanidad, cuando empezamos a ver a los que no trabajan como vagos, como parásitos de la sociedad un mal a erradicar lo más pronto posible, músculos jóvenes, ideas nuevas, cerebros permeables a la insidiosa perversidad de un sistema impiadoso.
Es cierto que entramos a un sistema como el que describí inicialmente, soy confiable, solvente, deseable porque tengo trabajo, generar un ingreso
Ganados por la prostitución del mercado consumista, que se acuesta con aquel que puede pagar, y desprecia al que no.
Una realidad que el desempleado conoce, luchamos con uñas y dientes para volver a ser deseables, pero nuestro valor laboral ha caído. Nuestros músculos ya no son jóvenes nuestro cerebro no es tan permeable, opinamos, disentimos sabemos que está bien y que está mal y lo peor de todo son pocos los que tienen la habilidad de callar, es difícil cuando sabemos que nos mienten, que nos hacen responsables para cubrir sus espaldas.
Da incredulidad y rabia buscar clasificados pero lo hacemos, tercos, queriendo sentir de nuevo nuestra credibilidad en lo más alto y nuestro ego lastimado restaurado, amén de nuestros bolsillos aliviados,
Pero somos presa fácil, de aquellos que tienen menos escrupulos, aquellos que como tiburones nos hacechan ofreciéndonos posibilidades de trabajo, terminan vendiéndonos capacitaciones, manuales, libros de autoayuda, haciéndonos pruebas de habilidad que son en definitiva el trabajo que hacen muchos en busca de la salvación pero es ni más ni menos que una estafa a la esperanza.

Tengo 43 años, a mi edad la única posibilidad de contratación es un currículo extenso y títulos altisonantes que lo avalen. La mayoría contrata jóvenes, mientras más jóvenes mejor, músculos nuevos cerebros permeables a la mentira consumista, pequeños bastarditos que ahora me mira a mí y me dicen vago, no trabaja el que no quiere….
Empezamos a ver las opciones, el desempleo duro un año, después de aportar y pagar réditos durante 18…
Emprender, es lo que nos queda…
Necesitamos aprender a hacerlo, años en un empleo estable y seguro no nos da precisamente la habilidad para eso, los desprecios constantes, la sorna al vernos, curriculum tras curriculum, capacitaciones…
Mientras tanto hay que mantener una familia, hijos en edad escolar, vender las posesiones que con años de esfuerzo logramos conseguir, volver al estado más primario, aquello que nos enorgullecía se va escurriendo entre los dedos hasta desaparecer del todo…
Vemos los comerciales repletos de gente exitosa, familias sonrientes, vehículos para la familia, para el playboy, para la mujer profesional del momento, la opulencia verdadera o ficticia quien sabe, del mundo del espectáculo, la noticia de quien tiene las tetas más grandes o el trasero más parado…




El gobierno fomenta el empleo y el empredurismo, pero ayuda a los más jóvenes, si tengo más de 26 no soy viable…
Las salidas cada vez son menos. La indiferencia es cada vez mayor. ¿Quién se hace eco de nosotros?
¿Los que hemos vivido una vida productiva?
¿Los que somos un cumulo enorme de experiencia?
¿Los dueños de la amargura y el desprecio?
¿Los vagos que no quieren trabajar?
La moneda tiene dos caras pero para nosotros siempre cae de canto, por el sencillo hecho de que estamos en el rango de edad equivocado.
Demasiado viejos para ser productivos, demasiado jóvenes para jubilarnos, una lucha que busca recuperar la dignidad humana, un bien preciado, cada vez menos valorado…